sábado, 14 de julio de 2012

El amor ha muerto, los hombres lo han matado.

"En la organización de los lazos entre los humanos, bajo el capitalismo, hay algo que deshace los lazos sociales. Freud hubiera dicho: “Algo que trabaja en contra del Eros”, algo que trabaja hacia la disociación". Colette Soler 

Los valores han cambiado. El amor, me presupongo, también.

Todos parecen, tarde o temprano buscar el amor, o será sólo una formación de algo parecido a un lazo?. Las formas del amor no escapan a la época y a los hombres que acompañan, se adaptan y quienes, ajenos, se extrañan de esta vertiginosa evolución (?).

 Lacan postuló varios conceptos acerca del capitalismo y sus incidencias, en lo que hace a la volición afectiva de los hombres. Si todo es e implica un valor de cambio, el amor no sería la excepción.

Qué esperamos? Qué damos? Qué (inter)cambiamos? Qué queremos? Cuánto invertimos? Cuánto estamos dispuestos a relegar?

El amor ha dejado de ser ese valor romántico, para convertirse en un valor en sí. Cuánto puedo aprovechar del otro? Cuánto estoy dispuesto a darle? Por cuánto tiempo? Qué voy a llevarme? Porque, seamos honestos, no hay transacción sin pérdida o ganancia a corto, mediano o largo plazo. Y no hay valor sin competencia, sin oferta y sin demanda.

Los discursos de los pacientes en el consultorio, las charlas con amigos, las intentonas trágicas, todos tienen en común muchas preguntas y algunas afirmaciones. Se repiten casi siempre igual, como una suerte de repetición ad eternum, sin posibilidad de elaboración, ni tramitación alguna. Y si no me llama? y si me extralimité? y si estuvo bien? Y si fue rápido? Y si dije algo que lo/a molestó? y si no está interesado/a?, en cuanto a las afirmaciones, se repiten algunas de este tipo: es un/a narciso/a; no me escuchó; me dijo algo que me molestó; fue falto/a de tacto; se ve que no quiere compromisos; por algo llegó hasta aquí así; no me entiende. Acto seguido, se suceden una suerte de dichos, entredichos y no dichos. Interpretaciones y (re) lecturas. Actos de ausencias, presencias y la imposibilidad de sostener, y por ende, modficar algo de este negocio y/o transacción con vistas a futuro. Todo es efímero, todo es comprable y vendible en este mercado de (inter)cambio. No hay horizonte para un espacio conjunto, ni para pensar(nos) en común. Hay mucha actuación, mucha enfermedad, demasiada incomprensión.

En un mundo que cambia a la velocidad de la luz, la posibilidad de futuro parece inviable y todo es ahora. No parece haber porvenir.

Me pregunto si los sentimientos también han cambiado su signo y valor.

Mujeres y hombres dispuestos a (des) encontrarse. Mujeres y hombres que sufren, no ya por amor sino por conseguir algo, obtenerlo y/o perderlo. Viene a mi cabeza la tan repetida y casi trillada frase de Lacan, su descripción del amor: "(es) dar lo que no se tiene a alguien que no es". Y la imposibilidad de completud. La insatisfacción. Todo tan distinto a esos cuentos que, cuando chicos, admirabamos casi suspirando.

Dónde y cuándo este modelo se acabará? Porque si los valores cambian, los sentimientos deberían dejar lugar a la esperanza. Esos no cambian de signo! ternura, compasión, empatía, desentendimiento, apatía, aflicción.

Quizás deberíamos dejar de englobar la posibilidad del amor en algo tan grande, en un encuentro con un otro. Leer de a poco aquello que sucede entre nosotros y en nuestra singularidad. Quizás ya no sean más relaciones sino momentos vívidos y acotados. Esperar a que los encuentros sean cada vez más duraderos y fructuosos, o tal vez no. Así el horizonte ya no será el del amor sino el del sentimiento, tenga el signo que le corresponda. Y tal vez, podamos comenzar a decir: entonces existe!

martes, 10 de julio de 2012

Internet, pacientes y emigración

"Si la despedida interior es cosa hecha, los últimos tiempos en el país ya no serán de rabia y rebeldía sino de ternura. Es bueno fijar esas imágenes tiernas: poseen la lucidez que sólo en la despedida se despierta. Hemos visto mil veces el café de la esquina, el árbol del patio, la cara del vecino. Pero esta mirada del que está por irse es una fotografía en blanco y negro de una alucinante nitidez. También es bueno hacer listas de lo que más nos guste para llevarlo del otro lado del charco, o de la cordillera, o de la frontera que sea; listas de cosas o de gente que jamas hubiéramos pensado de no ser por la partida". Al que se va- Alicia Dujovne Ortiz

Hace un tiempo ya, vengo leyendo discusiones sobre si internet sí o no para el tratamiento de pacientes. Personalmente, vengo utilizando esta herramienta hace mucho tiempo ya., mayormente con argentinos que viven en el exterior.

Mi experiencia como emigrante hace que comprenda el momento, la situación y los desafíos de vivir en el exterior. Freud lo expresó como una de las acepciones del duelo: "es la reacción frente a la pérdida de una persona amada, o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc."

Vivir fuera del país de origen es, en principio, una nueva oportunidad que muchas veces nos permite soñar con un horizonte nuevo de  posibilidad. La sensación y la vivencia, es especial y singular para cada uno de nosotros. Sin embargo, no tardamos en caer en la cuenta que todo cuanto se va con uno son unas pocas valijas y muchos recuerdos. Con el tiempo la escisión, una diferente de la que pensamos como analistas, se hace hiper presente, es estar en dos lados al mismo tiempo. Como si uno dijera: es que mi cabeza está en un lado y mi corazón en otro. Rearmarse se hace tan imprescindible como la nueva adaptación. Arrancarse de raíz no es gratuito y la elección debe sostenerse. A veces lleva años, profunda tristeza y gozo cuando nos vemos disfrutando de ese nuevo paisaje, tan distinto del de nuestra infancia. Tal como el título de Claudia Yelin, que recomiendo: Emigrar, en busca de un espacio de amparo.

Sostener la elección, el corazoncito y el horizonte de posibilidad es todo un trabajo. Sostener un nuevo lugar, a decir de Winicott, un espacio transicional. Este es nuestro deber y deber de nuestro paciente. La palabra deber suena un poco fuerte, pero como todo trabajo conlleva esfuerzo y dedicación. Hay que re apre(he)nder, hay que (re)ubicarse, hay que vivir y volver a amar.

Escuchar una voz que sostiene desde un lugar que a uno le es familiar, es reconfortante. No se sostiene sólo con la presencia, la mirada y también la voz sostienen.  Estar desde este lado de la pantalla o desde este lado del mundo, que es un poco lo mismo, es nuestra tarea. Que se traduce en sostener, validar, ayudar a que el proceso de duelo se establezca de la mejor manera posible, dando lugar a un óptimo desarrollo de futuro y libertad.


Skype: lauravitcop

lunes, 9 de julio de 2012

Bienvenidos, sentite como en casa! Welcome! feel yourself at home!

Soy Laura Vitcop, psicóloga recibida en la UBA, hace algunos años ya.
He trabajado, y lo sigo haciendo, en el país y también en el exterior.
Entender(me) siempre es pre requisito. En estos tiempos en los que todo necesita hacer sentido y pocas cosas lo hacen, abro este espacio para pensar juntos. Estés cerca o lejos, podemos estudiar, plantearnos hipótesis, crecer y recorrer juntos. Se habla español, inglés y frances, así que no hay excusas. Te espero.
Veremos cuáles son nuestros intereses conjuntos. Nadie es una isla en sí mismo, y todos convivimos con otros, es momento de tomarlo en cuenta.
Bienvenido a casa! pasá y ponete cómodo.

Hi! this is Laura Vitcop, mental health therapist from Buenos Aires University.
I've worked many years abroad and now I am living and working in Argentina.
Knowing about others and myself is always the first step to work together. We need to understand each other, individualism is no longer an option.
Spanish, english and french speaker, language is not a barrier.
We'll figured out what things and thoughts we have in common. Welcome! come in and feel at home!.