martes, 10 de julio de 2012

Internet, pacientes y emigración

"Si la despedida interior es cosa hecha, los últimos tiempos en el país ya no serán de rabia y rebeldía sino de ternura. Es bueno fijar esas imágenes tiernas: poseen la lucidez que sólo en la despedida se despierta. Hemos visto mil veces el café de la esquina, el árbol del patio, la cara del vecino. Pero esta mirada del que está por irse es una fotografía en blanco y negro de una alucinante nitidez. También es bueno hacer listas de lo que más nos guste para llevarlo del otro lado del charco, o de la cordillera, o de la frontera que sea; listas de cosas o de gente que jamas hubiéramos pensado de no ser por la partida". Al que se va- Alicia Dujovne Ortiz

Hace un tiempo ya, vengo leyendo discusiones sobre si internet sí o no para el tratamiento de pacientes. Personalmente, vengo utilizando esta herramienta hace mucho tiempo ya., mayormente con argentinos que viven en el exterior.

Mi experiencia como emigrante hace que comprenda el momento, la situación y los desafíos de vivir en el exterior. Freud lo expresó como una de las acepciones del duelo: "es la reacción frente a la pérdida de una persona amada, o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc."

Vivir fuera del país de origen es, en principio, una nueva oportunidad que muchas veces nos permite soñar con un horizonte nuevo de  posibilidad. La sensación y la vivencia, es especial y singular para cada uno de nosotros. Sin embargo, no tardamos en caer en la cuenta que todo cuanto se va con uno son unas pocas valijas y muchos recuerdos. Con el tiempo la escisión, una diferente de la que pensamos como analistas, se hace hiper presente, es estar en dos lados al mismo tiempo. Como si uno dijera: es que mi cabeza está en un lado y mi corazón en otro. Rearmarse se hace tan imprescindible como la nueva adaptación. Arrancarse de raíz no es gratuito y la elección debe sostenerse. A veces lleva años, profunda tristeza y gozo cuando nos vemos disfrutando de ese nuevo paisaje, tan distinto del de nuestra infancia. Tal como el título de Claudia Yelin, que recomiendo: Emigrar, en busca de un espacio de amparo.

Sostener la elección, el corazoncito y el horizonte de posibilidad es todo un trabajo. Sostener un nuevo lugar, a decir de Winicott, un espacio transicional. Este es nuestro deber y deber de nuestro paciente. La palabra deber suena un poco fuerte, pero como todo trabajo conlleva esfuerzo y dedicación. Hay que re apre(he)nder, hay que (re)ubicarse, hay que vivir y volver a amar.

Escuchar una voz que sostiene desde un lugar que a uno le es familiar, es reconfortante. No se sostiene sólo con la presencia, la mirada y también la voz sostienen.  Estar desde este lado de la pantalla o desde este lado del mundo, que es un poco lo mismo, es nuestra tarea. Que se traduce en sostener, validar, ayudar a que el proceso de duelo se establezca de la mejor manera posible, dando lugar a un óptimo desarrollo de futuro y libertad.


Skype: lauravitcop

2 comentarios:

  1. Me encantaron tus palabras... me recordaron el tiempo en que cambie de trabajo despues de 19 años de estar en un mismo lugar...
    Fue algo así como "emigrar" donde yo llegaba a un lugar para establecerme... donde era la "extrajera"...
    Te sigo
    Un beso
    Moni
    www.reciclaresrevivir.blogspot.com.ar

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  2. Laura, gracias por pasar por mi blog y quedarte! me qeudo en el tuyo, me gusto este post de grandes cambios! y cuanto nos implican! un beso

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